San Vicente, Patrón de Llíria

Sabido es por todo buen lliriano, que Llíria cuenta con la protección de dos patronos. San Vicente Ferrer, cuya fiesta tiene lugar sobre el mes de abril, y San Miguel Arcángel, la cual se celebra en el mes de septiembre.

En el siglo XIV, los patronos de la Villa eran San Pons y San Roque. Pero a raíz de la visita de San Vicente Ferrer en agosto del año 1410 y realizar el milagro de las aguas, tras su muerte en Vanes el año 1419 y posteriormente canonizado en 1455, también la entonces Villa de Llíria, por aclamación y reconocimiento popular, le otorgó el patrocinio, junto a los mencionados San Pons y San Roque. Santos que según el cronista local Martí Ferrando fueron perdiendo quilates, mientras San Miguel los acumulaba y San Vicente por aquello del milagro los mantenía.

Y con ello llegamos al año 1885, cuando a petición unánime de toda la población, el pontífice León XIII atendiendo los deseos de los llirianos, declaró canónicamente a San Miguel patrono de Llíria. Respecto a San Vicente Ferrer, nació en Valencia el 23 de enero de 1350. Cuando a su debido tiempo fue ordenado sacerdote, profesó en la orden de predicadores de los llamados dominicos. Tras pasar varios años vividos en la corte de Benedicto XIII, el llamado papa Luna, San Vicente, abandonando los honores que generaba la pompa cortesana, se dedicó con cuerpo y alma a la predicación del evangelio de Cristo. Por su fama de santo debido a los milagros que realizaba, sus sermones eran escuchados tanto por eminentes personalidades del momento como por personas del pueblo llano, convirtiéndose gran número de aquellos que los escuchaban.

Tras su muerte en Vannes (Francia) el 5 de abril de 1419, y canonizado por Calixto
III en 1455, la devoción al santo dominico creció notablemente, dedicándole oratorios y ermitas por doquier. También Llíria, la pequeña villa de aquel siglo XV, recordando su paso y el milagro del agua realizado en agosto de 1410, por aclamación y reconocimiento púbico, erigió una ermita en su honor junto al manantial que él bendijo, y le nombró copatrono junto a San Pons y San Roque.

Por otra parte, dicen las crónicas que cuando se terminó de edificar la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción, en muestras de la devoción que Llíria le tenía al santo benefactor, uno de los altares del crucero, el recayente a la parte de la sacristía, fue dedicado en su nombre. Y también al pie de ese altar, años después se fundó su primera cofradía. 

Y he aquí la respuesta a la pregunta del enunciado del escrito. Si San Miguel fue declarado patrono en 1885 aunque ya antes se le celebraba fiesta, e incluso feria lanar y mular desde 1419. Y San Vicente fue incluido en el patrocinio a raíz de la canonización en 1455, el resultado es que más de 400 años antes de que el Arcángel fuera declarado patrono, San Vicente Ferrer ya gozaba de tal honor entre los pobladores de la Villa Edetana.